Aquí se termina nuestro viaje. Pero en realidad no termina, sino que sigue; nuestro viaje esta vez continúa en Europa, porque la vida misma es un viaje y cada dia y cada encuentro nos puede aportar y enseñar algo nuevo si andamos con los ojos abiertos, si aprendemos a vivir el ‘aquí y ahora’
Intentar resumir estos 11meses de viaje es como pretender reducir unos enormes fuegos artificiales multicolores en el minúsculo cartuchito que los contenía unos instantes atrás.
El tiempo se expandió viajando, hasta el punto de convertir estos 11meses de calendario gregoriano en años de aprendizaje para el tiempo del alma; tiempo más fecundo que la mejor de las universidades; tiempo más revelador que cualquier sermón predicado desde los altares que pretenden controlar nuestras mentes; altares religiosos o altares en las oficinas de los rascacielos; todos pretender encaminarnos a todos en una misma dirección. Esa dirección que coarta la libertad humana, que nos impide descubrir lo mejor de cada uno de nosotros, que nos duerme si nos despistamos y que hace que al reloj de nuestra vida se le consuma la arena sin que nos demos cuenta.
Sudamérica fue, es y será un continente increíble con una riqueza natural increíble pero con una riqueza humana aún mayor; y ahora se nos presenta la apasionante tarea de escribir un libro acerca de este viaje.
Sudamérica nos conectó con la tierra, con la madre tierra, esa que no paramos de maltratar y de la que cada vez nos sentimos más arrancados en nuestras ciudades de cemento, llenas de tecnología que en lugar de acercarnos nos aleja y nos hace extraños.
Sudamérica nos envió muchas señales, como la liana de ayahuasca, esa soga que nos conectó al ritmo de tambores y cantos chamánicos con nuestro mundo interior y con el universo, que al fin y al cabo acaban siendo uno; o tantos y tantos perros, gatos o monos que sin invitación se acercaron tantas veces a nuestra vera, quizás atraídos por la buena energía, para compartir un pedazo de la existencia (ya fuese con pulgas o sin ellas); o tanta y tanta gente que nos enseñó que es mejor dar que acumular y que es precioso compartir.
Este viaje nos llevó desde la simpleza y dureza de la vida en pueblitos de los andes, donde el mundo de la gente se reduce a pocos km, hasta urbes como Buenos Aires y Santiago, donde estos gigantescos imanes de población pueden reunir lo mejor y lo peor. Las ciudades son fuente de arte, de movimiento, de cambio, de resistencia y al mismo tiempo de olvido, de villas miseria, de vidas estropeadas, de frustración por estar obligado a vivir en un chiquito pedazo de cemento.
Que maravilloso fue decidir hacernos este regalo; ahorrar para viajar durante casi un año donde no hemos tenido la obligación de trabajar. Donde nuestra alma, fiel compañera de nuestro cuerpo, se fue moviendo por este inacabable continente al son de la música que cantaban los demás; sin planes, sin horarios; muchas veces sin camas de sábanas blancas pero muchas otras en el mejor hotel del mundo, ese de mil estrellas que divisábamos desde nuestra carpa. El poco presupuesto nos impidió llegar a muchos sitios que todas las guías decían ‘teníamos’ que visitar. Pero eso mismo fue lo que enriqueció nuestro viaje; la espontaneidad, el no saber muchas veces donde dormiríamos o cual sería nuestro siguiente paso, nos permitió siempre descubrir gente maravillosa y lugares especiales. Que bueno es dejarse llevar; o por ejemplo haber podido vivir un año sin celular. Y no esperar nada, y aprender que todo es por algo y que todo, por malo que sea, puede acabar enseñándonos algo.
El viaje más difícil sin duda ha sido el viaje entre nosotros dos, Cesc y Aneta, Aneta y Cesc; hemos puesto a prueba nuestra relación y nos hemos quemado varias veces, esperando que la vuelta nos apacigüe un poco; deseando cumplir tantos otros proyectos juntos.
Tantos nos habéis abierto las puertas de vuestra casa, nos habéis visto reír o llorar; pletóricos de energía o exhaustos; elegantes para bailar un tango o cubiertos de polvo. Profundamente os queremos agradecer esa sonrisa devuelta; ese paseo por vuestros lugares preferidos; ese hombro donde llorar; esa cama donde descansar; ese plato calentito y hecho con amor en esa mesa compartida donde nos hemos sentido como en casa; esos miles de km en la cabina del camión, avanzando en carreteras infinitas; esa parada en la carretera para probar unos dulces o para contemplar las estrellas del desierto; ese deseo de mostrarnos las selva amazónica como si fuera el jardín de vuestra casa, o los cafetales colombianos que os dan de comer, o las enseñanzas para hacer crecer un huerto.
Ojalá el océano que nos separa se achicase ya que algo duro de este viaje fue conocer grandes personas para luego decir adiós; gente que nos encantaría tener cerca en nuestra vida; ojalá que algunos podáis venir a visitarnos ya que las puertas de nuestra casa estarán siempre abiertas, siempre esperando recibiros. Gracias a vosotros hemos siempre encontrado las fuerzas para seguir este viaje, donde lo más increíble ha sido el encuentro humano
Este blog para ha sido nuestro modo de dar a conocer nuestro viaje, nuestros pequeños pasitos; y empezó como algo pequeño y nos llena cada vez que leemos comentarios, como alguien que cambió un poquito su modo de viajar gracias a leernos; o la chica polaca que nos descubrió por casualidad y que ahora busca los libros que leemos; o cada vez que nos llega un mensaje de ese policía de Perú seguidor de nuestro blog, o Luis de Méjico, que conocemos tan solo a la distancia y nos responde con preciosos poemas y reflexiones; este blog ya dejó hace tiempo de ser algo para llenar nuestro ego; se convirtió en algo más lindo, algo que nos atañe a todos, ya que todos somos hermanos.
Y me acuerdo de un niño mudo que conocíamos en los andes, que andaba solo, como un animalito perdido, tocándonos para comprobar de que estábamos hechos. Y con tristeza también vimos muchas computadoras, hacinadas en cibers oscuros, con tantos niños zombies disparando, gritando y ganando guerras imposibles en los videojuegos, ese cáncer que nos impide pensar, que nos lleva a otra realidad para olvidar la nuestra.
El viaje nos llevó a una humilde casa de una familia indígena en ecuador, donde compartimos choclo y papa hervida en el suelo, sin necesitar nada más; y nos llevó también al lujo de Buenos Aires, donde asados y vino nublaron nuestros sentidos.
Cómo más se tiene más se quiere y el gran problema del mundo es el ego, que quiere más y más cosas materiales y eso lleva a la gente al poder, y al abuso del poder; y a las guerras, las extorsiones, el desangramiento de países lejanos para el beneficio de uno propio.
En cambio, si aprendemos a vivir con menos (materialmente) entonces nos podemos dar cuenta de las cosas que más importan; entonces podremos vivir con los objetos a nuestro servicio, en lugar de ser esclavos de tantos contratos, tarjetas de crédito, videojuegos, televisiones y gadgets tecnológicos
Que bueno sería que los ‘afortunados’ de vivir en el llamado ‘primer mundo’ fuésemos más conscientes que nuestro ‘estado de bienestar’ está basado en la explotación de otros países y que cada vez tenemos más productos de todo el mundo en los estantes de nuestros supermercados mientras cada vez más gente del mundo se ve arrancada de sus terruños para verse obligada a ir a vivir a ciudades infinitas de 10 o 20 millones de habitantes.
Algo que también aprendimos es que cada uno en este mundo tiene su camino a seguir y que entender eso es el camino al respeto, el camino a eliminar el racismo, a escuchar al otro.
Muchos no tienen ni siquiera la oportunidad vislumbrar su camino, sepultados bajo la miseria, las condiciones miserables en el trabajo y la imposibilidad de recibir una educación y una cultura de calidad; deslomándose día tras día para traer papas o arroz al hogar.
Pero en el otro extremo del globo estamos los que tenemos de todo; donde algunos trabajan incansablemente para luego derrochar el dinero, para comprar su segundo o tercer coche, o el último celular o las zapatillas que vienen para la nueva temporada. Y a eso se le añade el ruido de la ciudad, de las obras, la música que no deja de sonar el ipod, para ayudarnos a olvidarnos de nosotros mismos. Unos tanto y otros tan poco
También queremos recordar a los que se fueron y a los que llegaron. Se fue el padre de mi amigo Dani; también el padre de Silvia y Doris, en Trujillo y la mamá de nuestra amiga Bernie, la que, con su energía inagotable, animó una despedida de solteros en Barcelona. Y llegaron a este mundo el pequeño Pawel, sobrino de Aneta; y el pequeño Lorenzo, en tierras chilenas, y el hijito de Paola, que absorbió seguro mucha sabiduría en la barriga de su mamá, viajera por Sudamérica; y quizá la niña o niño de Cris y Fermín, del que aún no tenemos noticias. Y esperamos también ansiosos al 4º sobrino de Aneta y a Gabriel, que nacerá prontito en Santiago.
Cierro los ojos y me veo a bordo de un mototaxi por la selva de Perú; disfrutando como niños a toda velocidad, viendo pasar la gente y olvidando los mosquitos por un rato.
Los cierro de nuevo y estoy en Colombia,en lo alto de una montaña fría, acostado cerca del fuego, viajando entre mi mente y la realidad, acompañado de los cantos y tambores de nuestro chamán
Y de repente estoy en Ecuador, celebrando la llegada del verano, el Inti Raymi, en un pueblito andino, danzando en círculo a ritmo de la quena y la chicha.
Ahora me encuentro en Bolívia, en un pueblito sin agua potable; agachado, en el río sacando agua con unos niños de un pequeño pozo, para luego llevarla a la casa.
Los abro, los cierro y estoy en Argentina, en la cancha de Vélez, saltando y entonando los cánticos de la hinchada, que no cesa de animar a su equipo.
Y ahora en Chile, tendido en el suelo, observando las estrellas en el desierto de Atacama.
Los cierro por última vez;
ya estoy en casa;
veo a mi padre, a mi madre...
pronto veré a mi hermana y a mis amigos
y Aneta pronto vuela a Polonia para ver a los suyos…
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Est ce tout ?
Tenter de resumer ces 11 mois de voyage serait comme reduire d’enormes feux d’artifice multicolores en petites cartouches qui les contenaient avant.
Le temps s’allonge en voyageant au point de convertir ces 11 mois du calendrier gregorien en années d’apprentissage, temps plus fecond que la plupart des universites, temps plus revelateur que n’importe quel sermon, n’importe quelle entreprise qui pretendent tous nous mener dans la meme direction. Cette direction qui coupe la liberte humaine, qui nous empeche de decouvrir le meilleur de nous mêmes, y qui fait que le sable de l’horloge de notre vie se consumme sans que l’on s’en rende compte.
L ‘Amerique du Sud a ete, est et será un continent memorable avec une richesse naturelle incroyable et comme une richesse humaine bien plus forte. Et maintenant se presente le passionnant travail d’ecrire un livre autour de ce voyage.
L’ Amerique Latine nous a connecte avec la Terre, avec la Mere Terre, elle que nous n’arretons pas de maltraiter ou oublier dans notre monde de villes de ciment, pleines de technologies qui, au lieu de nous rapprocher nous eloignent et nous rendent etrangers.
Ce voyage nous a porté depuis la simplicité a la dureté de la vie dans des petits villages des andes où le monde des gens se reduit a quelques kilometres, jusqu'aux grandes villes comme Buenos Aires et Santiago où ces aimants gigantesques de population peuvent réunir le pire et le meilleur. Les villes sont fontaines d'art, de mouvement, de changement, de résistance et en même temps d' oubli, de miseres, de vies abîmées, d'une frustration pour être obligé à vivre dans un petit morceau de ciment.
Quelle merveille a été de décider de nous faire ce cadeau; faire des économies pour voyager pendant presqu'un an où nous n'avons pas eu l'obligation de travailler. Où notre âme, une fidèle collègue de notre corps, s'est bougée par ce continent interminable au son de la musique que chantaient les autres; sans plan, sans horaires; souvent sans lits de draps blancs mais de plusieurs autres dans le meilleur hôtel du monde, celui aux mille étoiles que nous apercevions depuis notre tente. Ce petit budget nous a empêché d'arriver à beaucoup d'endroits que tous les guides disaient “ a visiter “. Mais c’est cela meme qui a enrichi notre voyage, la spontanéité, et souvent le fait de ne pas savoir où nous dormirions ou que serait notre pas suivant, nous ont toujours permis de découvrir des gens merveilleux et des lieux spéciaux.
Qu’il est bon de se laisser mener, et par exemple d’avoir pu vivre un an sans cellulaire. Ne rien attendre, et apprendre que tout est la pour quelque chose et que tout, par le mal qu’il puisse etre, peut finir par nous apprendre quelque chose.
Le plus difficile voyage a été, sans doute, le voyage entre nous deux, Cesc et Aneta, Aneta et Cesc; nous avons mis à épreuve notre relation et nous nous sommes brûlés quelques fois, en espérant que le retour nous apaise un peu; en désirant accomplir tant d’ autres projets ensemble.
Vous nous avez tant ouvert les portes de votre maison, vous nous avez vus rire ou pleurer; pleins d' énergie ou épuisés; élégants pour danser un tango ou couverts de poussière. Nous voulons profondément vous remercier pour ce sourire donné; ces promenades sur vos lieux préférés; cette épaule où pleurer; ce lit où se reposer; cette assiette chaude et faite avec amour sur cette table partagée où nous nous sommes sentis comme a la maison; ces milliers de kilometres dans la cabine d’un camion, en avançant sur des routes infinies; cet arrêt sur la route pour trouver quelques sucreries ou pour contempler les étoiles du désert; ce désir de nous montrer la forêt amazonienne comme si c'était le jardin de votre maison, ou les caféières colombiennes qui vous donnent à manger, ou l'enseignement pour faire grandir un verger.
Que l'océan qui nous sépare se laissait intimider par le fort de ce voyage qui a été de connaître de grandes personnes et ensuite de leur dire adieu; les gens que nous adorerions avoir près dans notre vie; que certains viennent à nous visiter puisque les portes de notre maison seront toujours ouvertes. Grâce à vous, nous avons toujours trouvé les forces pour poursuivre ce voyage, où le plus incroyable a été la rencontre humaine.
Ce blog a été notre manière de comuniquer avec nos familles et nos amis et partager avec eux ce beau voyage.
Les gens ont commencés a nous ecrire des commentaires, avec souvent leurs reflections sur la vie et beaucoup de vous partagé cette experience avec nous.
Il y a long temps ce blog a arrêté d'être quelque chose juste pour satisfaire notre ego; on l’a tous transformé transformé en une authentique rencontre, qui nous rapproche, puisque nous sommes une grande famille.
Et je me souviens d'un enfant muet que nous avons connu dans les andes, qui deambulait comme un petit animal perdu, en nous touchant pour voir de quoi nous étions faits. Et avec tristesse nous avons aussi vu beaucoup d'ordinateurs, entassés dans des cyber cafés obscurs et tant d'enfants zombies tirant, criant et gagnant des guerres impossibles dans les jeux vidéo, ce cancer qui nous empêche de penser, qui nous mène à une autre réalité pour oublier la nôtre.
“Plus j’en ai, plus j’en veux “. Nous voulons plus, et toujours plus de choses matérielles, et c’est cela qui ammene les gens au pouvoir, et à l'abus le pouvoir, aux guerres, aux extorsions, au saignement de pays lointains, pour le bienfait d’un chacun pour soi...
En revanche, si nous apprenons à vivre avec moins (matériellement), alors nous pouvons nous rendre compte des choses qui importent plus, alors nous pourrons vivre avec les objets à notre service, au lieu d'être esclaves de tant de contrats, de cartes de crédit, de jeux vidéo, de télévisions et gadgets technologiques.
Il serait bon que les “chanceux “ de vivre dans le soi-disant “premier monde “ soient plus conscients que notre “ état de bien-être “ est basé sur l'exploitation d'autres pays et que chaque fois nous avons plus de produits du monde entier dans les rayonnages de nos supermarchés tandis que de plus en plus de gens du monde se voient obliges de quitter leur terrain pour aller vivre dans des villes infinies de 10 ou 20 millions d'habitants.
Quelque chose que nous avons aussi appris est que chacun dans ce monde a son chemin à suivre et que comprendre cela mene au chemin du respect, au chemin qui élimine le racisme, et où on écoute l'autre. Certain n’ont meme pas l’occasion d’apercevoir leur chemin, vivant sous la misère, les conditions misérables au travail et l'impossibilité de recevoir une éducation de qualité.
Mais dans l'autre extrémité du globe nous sommes ceux qui avons de tout; où certains travaillent inlassablement pour tout de suite gaspiller l'argent, pour acheter leur deuxième ou troisième voiture, le dernier modele de cellulaire ou les chaussons qui viennent pour la nouvelle saison. Et rajouter à cela le bruit de la ville, des travaux, de la musique de I’pods qui tourne en boucle…tout cela pour nous aider à nous oublier nous mêmes.
Je ferme les yeux et je me voix à bord d'un mototaxi dans la forêt du Pérou; en profitant comme un enfant de la vitesse, en voyant passer les gens et en oubliant les moustiques pour un moment. Je les ferme de nouveau et je suis en Colombie, en haut d'une montagne froide, couché près du feu, voyageant entre mon esprit et la réalité, accompagné des chants et des tambours de notre chamán. Et tout à coup je suis en l'Équateur, célébrant l'arrivée de l'été, l'Inti Raymi, dans un village andin, en dansant dans un cercle au rythme du quena et de la chicha. Je me retrouve maintenant en Bolivie; dans un village sans eau potable; courbé dans la rivière, sortant de l'eau d’un puit avec quelques enfants, pour tout de suite l’emmener à la maison. Je les ouvre, les ferme et je suis en Argentine, sur le stadion, excité, regardant le match de futball de Vélez, sautant et entonnant les cantiques des fans qui ne cessent d'encourager leur équipe. Et maintenant au Chili, étendu sur le sol, observant les étoiles dans le désert d'Atacama.
Je les ferme une dernière fois; je suis déjà a la maison, je vois mon père, ma mère et bientôt je verrai ma soeur et mes amis … et Aneta retourne bientot en Pologne pour voir les siens …
Ainsi se termine notre voyage, mais il ne se termine pas…au contraire, un nouveau etape commence, cette fois en Europe, parce que la vie même est un voyage et chaque jour et chaque rencontre nous apporte quelque chose et nous enseigne.
To be continued...
ResponderEliminarENHORABUENA,habeis logrado vuestro sueño y estoy convencida que este viaje,327dias que tu madre ha contado bien, os marcara en todo lo que hagais a partir de ahora y esos momentos que mencionas nunca se borraran de vuestra memoria, eso es lo mejor de rrecorrer el mundo que las vivencias y las personas no se olvidan nunca.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS por haber compartido todo esto con nosotros, me habeis hecho pensar y ver el mundo de otra manera y sobretodo MUCHAS,MUCHAS GRACIAS por demostrar que hay mucha gente buena y honesta en el mundo y que si uno va de buena fe siempre encuentra gente que le responde del mismo modo. Ahora se que no todo esta perdido en este mundo de modernidad, tecnologia y velocidad, hay muchas cosas y sobretodo mucha gente que vale la pena, por ejemplo vosotros: Aneta y Cesc.
Seguramente cuando leais esto estareis en casa BIENVENIDOS,UN ABRAZO PARA LOS DOS Y MUCHAS GRACIAS.
Bienvenidos, en este lado también continua el viaje.
ResponderEliminarAntonia
¡¡Cuánta belleza nos habéis ido enviando!! ¡Gracias!
ResponderEliminarY ahora, más que nunca, os deseamos un
¡¡¡BUEN VIAJE!!!
Javier y Leticia
Qué gran experiencia. Seguro que es de las que te transforman y te devuelven a casa lleno de tesoros. Enhorabuena a los dos, que tengáis una feliz 'reinsserción' en este mundito, y muchos besos desde Granada.
ResponderEliminarles espero aqui en BCN ahora.... en sus otras tieras que es nuestra planeta !!!!
ResponderEliminarun abrazoo y bon viatge
Youenn, de bretanaloca
Aneta i cesc, fa temps que seguim el vostre blog i no deixeu de facinar-nos amb els vostres dibuixos, fotos i escrits. Tots ells plens d'amor.
ResponderEliminarNosaltres iniciem un viatge d'un any arreu del món el proper març i gràcies al vostre blog ens sentim encara més feliços de realitzar-lo.
Ens sentim molt identificats amb vosaltres. Tan de bó tots despertessim la llum que portem en el nostre interior i que vosltres especialment heu fet brillar.
Una abraçada
Cèsar i Anna
Bon retour, les amis. Et merci pour tout ce que vous nous avez donné.
ResponderEliminarLaurent
Bonjour Aneta y Francesc
ResponderEliminarTrès bonne idée d'avoir résumé ces 11 mois de voyage dans un simple texte condensé, mais tellement plein de vérités et de poésie.
Si je suis d'accord en grande partie avec vos idées, je pense aussi qu'il ne faut pas tomber dans les excès... Je suis contre le superflu et le gaspillage. Mais où commence le superflu...?
Il est parfois difficile de regarder la misère de certaines populations, mais on ne peut pas non plus supporter toute la misère du monde. Si chacun peut déjà donner un sourire à son voisin et lui rendre un service sans attendre de retour... ça commencera à aller mieux!
Quand aux technologies modernes, il faut bien reconnaître qu'elles nous ont permis de suivre votre périple en Amérique du sud.
Merci encore, et si, par hasard, vos pieds vous emmènent un jour vers la France, sachez qu'une porte vous est ouverte en Bretagne.
Bise à vous deux
Denis et Corinne
Utrzymać się w przekonaniu, że każdy człowiek jest niepowtarzalny. Każdy człowiek składa się na wszechświat. Przechowywać ciekawość innych. W każdej chwili musi być przeżywane, jak byśmy byli umrzeć jutro. I w tym samym czasie zaplanować tak, jakby byli nieśmiertelni! Powodzenia w życiu!
ResponderEliminarCorinne w Bretanii.
Chère Nouchka et cher Francesc,
ResponderEliminarun voyage, ça fait grandir aussi, et vous avez trouvez le bon chemin, celui de la sagesse de la maturité. Savoir ce qui est important, ce qui est vrai.
Tant de plaisir à vous lire, à vous suivre.
Merci pour tous ces instants que vous avez partagé avec nous tous.
Isabelle, Alain, Tiffany, Tom.
icantenot@free.fr
Estimats Francesc i Anneta, primer de tot disculpes per no haver escrit avans, malgrat hem estat seguint la vostra aventura amb joia, pero ara sobretot enviarvos una forta encaixada i recordarvos que teniu uns amics a Colombia que pensen en vosaltres. Ja fa temps que varem deixar el hostel i ens varem dedicar a portar la nostra gastronomia arreu el Pais, i ara, molt aviat tornarem a obrir un altre hostal. OS mantindrem informats. Una forta encaixada, i petons. Joseph&Mihail
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